En entrevista con EL FINANCIERO, el investigador y coordinador del Estudio de Evasión Fiscal Mediante el Uso de Efectivo añadió que en el mismo periodo aumentó la importancia del dinero en efectivo como medio de pago, toda vez que el papel moneda en poder del público pasó de 3.4 a 4.6% del PIB.
«Este incremento contrasta con el que han registrado los medios electrónicos de pago, aunque se hubiera esperado un efecto de sustitución y que el efectivo redujera su importancia; el aumento se explica, entre otras razones, porque se utiliza para evadir el pago de impuestos», enfatizó.
Dijo que México es de los pocos países que aplica los 3 grandes mecanismos que hay contra la evasión fiscal mediante el uso de efectivo: límites en los montos a pagar con efectivo, la presencia del IDE y la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita.
Recordó que la Ley del IDE surgió en 2008 para disminuir la evasión fiscal mediante el uso de efectivo, haciéndose más rigurosa en 2010, ya que la tasa impositiva subió de 2 a 3%, y el monto de los depósitos en efectivo que causan el impuesto se redujo de 25,000 a 15,000 pesos.
«No obstante, para evadir el IDE los individuos han atomizado sus depósitos en distintos bancos, porque no se hace una acumulación de los depósitos existentes a nombre de una misma persona en las diferentes instituciones y habría que evaluar el costo-beneficio de la acumulación», apuntó.
Señaló que en Suecia las personas prácticamente no utilizan dinero en efectivo, sino tarjetas de prepago a cuenta de los teléfonos celulares de los contribuyentes.
«Del saldo de ese depósito se van descontando los montos para las transacciones hacia otro número de celular o dirección electrónica donde se dirigen los pagos, y eso queda registrado. En México hay que buscar mecanismos para fomentar esto, ya que cada vez es más la gente que utiliza el celular», concluyó.