Desde el punto de vista de esta institución, explicó, el potencial para la aprobación de las reformas fiscal o energética o de ambas podría estimular los flujos de inversión privada, tanto interna como externa.
Esto podría tener como resultado un crecimiento mayor del Producto Interno Bruto (PIB), favoreciendo las ventas y ganancias de compañías mexicanas.
Destacó que si la nueva administración logra la aprobación de reformas adicionales (particularmente una reforma fiscal eficaz), podría incrementarse la calificación de la deuda soberana de México, lo que implicaría menores tasas de interés y con ello un menor premio al costo del capital accionario y al riesgo de renta variable.
En su opinión, infraestructura debería ser uno de los sectores clave más beneficiados por una reforma fiscal, ya que una mayor recaudación liberaría recursos para inversión pública adicional.
Ello, agregó, no sólo en un sistema de seguridad social universal sino adicionaría también inversión en infraestructura como carreteras, puertos, aeropuertos, escuelas y hospitales para generar beneficios sociales.
En este sentido, subrayó, las emisoras beneficiadas principalmente podrían ser compañías como ICA y OHL México, además de Cemex, mientras que habría un cierto impacto negativo para empresas relacionadas con los alimentos y las tiendas de autoservicios.
Aguilera Guzmán comentó que cargar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos no básicos podría tener un impacto negativo en los resultados de compañías como Grupo Bimbo y Grupo Herdez.
Sin embargo, añadió, el alcance del efecto final dependería de la elasticidad de la demanda de cada producto, y las empresas podrían optar por absorber el incremento del precio, pero esto generaría márgenes de ganancia menores.
No obstante, señaló, Gruma sería la excepción, ya que las tortillas podrían estar exentas del IVA.
Por otro lado, refirió, si se eliminara eventualmente el subsidio a la gasolina, las compañías que dependen de sus redes nacionales podrían observar aumentos en sus costos de distribución.
De ahí que empresas como Bimbo, Coca-Cola Femsa, Kimberly-Clark de México, Sigma división alimenticia de Alfa, y las tiendas de autoservicio serían las más afectadas, advirtió.
Incluso, subrayó, considerando que el IVA aplicado a una gama más amplia de productos fuera un evento de inflación de una sola ocasión, el efecto final sobre el poder adquisitivo de los consumidores podría mermarse dado que los salarios reales podrían deteriorarse.
Aguilera Guzmán comentó que las empresas del sector industrial deberían ser las principales beneficiarias de la reforma energética, ya que la apertura de ciertas actividades relacionadas con este sector a la inversión privada debería tener un efecto positivo sobre empresas químicas y petroquímicas como Alpek, Mexichem y KUO.
Otros sectores industriales podrían obtener beneficios de forma indirecta derivado de mayores inversiones en el sector energético, como ejemplo tenemos las auto partes, Nemak de Alfa; el acero, ICH y Simec; el cemento, Cemex; y la manufactura, Carso y Condumex.
El desarrollo de cadenas de abasto en la exploración, producción refinación y distribución de petróleo y productos derivados del petróleo podrían abrir una ventana de oportunidad para que las empresas de servicios de petróleo cotizaran en la BMV, agregó.