Refiere que de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), durante 2010 el IEPS tuvo un comportamiento progresivo, pues su impacto recayó principalmente en hogares con un mayor nivel de ingreso.
Sin embargo, son los niveles socioeconómicos medios los que pagan una mayor proporción de su ingreso disponible por concepto de IEPS, mostrando en realidad una tendencia regresiva.
CIU señala que ante las diferentes elasticidades del servicio en cada uno de los deciles de ingreso, la imposición del IEPS en telecomunicaciones vuelve prohibitivo su uso en los hogares que conforman los tres deciles de ingreso más bajo.
«Lo anterior refleja un panorama poco alentador en el combate a la brecha digital, en la que únicamente los deciles más altos podrán seguir costeando los servicios y, por lo tanto, todos los beneficios que las telecomunicaciones brindan en términos de competitividad, productividad y bienestar», opinó.
Asimismo, añade, el costo social de restringir vía impuestos el acceso a servicios de telecomunicaciones convergentes a las personas y empresas más desfavorecidas es muy alto y, más aún, en un entorno macroeconómico adverso como el actual.
«El impuesto no sólo limita el acceso generalizado de la población a estos modernos y productivos servicios, sino que excluye irremediablemente a los mexicanos más desfavorecidos de los beneficios potenciales de su uso y aprovechamiento», resaltó.