Milenio.- Las reformas propuestas por el Partido Revolucionario Institucional, a los artículos 27 y 32 de la Ley del Seguro Social buscan terminar con prácticas que afectan a los trabajadores, al fisco y a las cuotas del propio Instituto.
A la fecha, algunos patrones declaran salarios inferiores a los que perciben sus trabajadores, práctica que les permite pagar menores cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social; en tanto que frente al Servicio de Administración Tributaria «sobredeclaran» su nómina para reducir impuestos.
Así, de aprobarse las reformas eliminarían tales prácticas que han ido en detrimento del Seguro Social, por su crítica situación financiera; y de los trabajadores, pues al reducirse las cuotas obrero-patronales es menor la aportación a sus cuentas de retiro y de vivienda.
Conforme a la propuesta del PRI, el impacto de la reforma se concentrará en las empresas que hacen uso inadecuado de esquemas de recomposición de ingresos, y descarta incremento de las cuotas obrero patronales.
Según un análisis preliminar, la reforma no representa impacto para casi 80 por ciento de las empresas, ya que aproximadamente 35 por ciento de los asalariados reciben menos de dos salarios mínimos, mientras que para el SAT sólo 20 por ciento percibe esa cantidad.
La propuesta de reforma presentada por el PRI asienta que de ser aprobada, mejorará tanto la fiscalización del IMSS como la del SAT.