POLÍTICA HACENDARIA, LIMITA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
EL ECONOMISTA.- El sector empresarial propuso al menos 20 cambios en la legislación, confía en que la Secretaría de Hacienda entregará las nuevas propuestas para discutirlas en septiembre.
Luego de cuatro reuniones en las que el sector empresarial les entregó al menos 20 propuestas a las autoridades hacendarias para modificar la reforma fiscal, en las que destaca reducir la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR), permitir la deducibilidad de las inversiones y generar medidas para incentivar el empleo, hoy se está a la espera de conocer los resultados, informó Luis Foncerrada.
El director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) opinó que es difícil predecir cuántas de ellas quedarán, pero aseguró que las autoridades son conscientes de la necesidad de llevarlas a cabo debido a que la actual política fiscal limita el crecimiento económico.
En entrevista con El Economista y al hacer un corte de caja de los primeros dos años y medio de la reforma fiscal; Foncerrada evidenció que fueron medidas que castigaron la inversión y el empleo; ya que en el primer año se perdieron 120,000 empleos, tendencia que continuó al iniciar este año.
“El efecto de la reforma fiscal estuvo inspirado en buscar más recaudación y no más crecimiento; dejó a un lado el bienestar, la inversión y el empleo. Creemos que es fundamental que se tomen medidas para revertir dicho efecto”, acotó.
Aseguró que la reforma fiscal puesta en marcha el 1 de enero del 2014 redujo de manera importante el ingreso de las familias y de las empresas, ello tuvo un impacto en la economía porque redujo la capacidad de consumo interno del país.
“No hay manera de crecer con la política fiscal, de ahí que dados los impactos negativos que tuvo la reforma, hemos platicado con la Secretaría de Hacienda para señalar que requerimos medidas que generen empleos, detonen la inversión y eficienten el gasto público”, acotó.
Por tanto, argumentó que el bajo crecimiento económico, la caída en el precio del petróleo, falta de inversión, el desempleo y los índices de pobreza se convierten en los factores más importantes por los que el gobierno federal debe romper el Acuerdo de Certidumbre Tributaria.
“Es evidente que requerimos un cambio fundamental en la política económica que esté dirigido a reducir la pobreza y eso sólo lo logramos generando empleo y el empleo se logra con una mayor inversión”, puntualizó.
Cuestionan el IEPS a la chatarra
—¿Cuáles fueron las principales propuestas del sector empresarial para modificar la reforma fiscal? ¿Cuáles podrían concretarse?
Estamos proponiendo que haya un programa en el que se permita deducir la inversión de aquellos proyectos que puedan generar mayores plazas de empleo, y con ello mejorar el bienestar de las familias.
Algo que nos gustaría ver son medidas que faciliten la generación de empleos; lo que buscamos es que se permita una mayor deducción de los gastos de seguridad social para no castigar el empleo formal.
Nos preocupa que los programas de subsidios del gobierno sigan siendo regresivos; es decir, que benefician más al que más recursos tiene. También, buscamos que se elimine de los estados el Impuesto a la Nómina.
Estuvimos viendo la posibilidad de disminuir o eliminar los impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS), entre ellos a los alimentos con alta densidad calórica y refrescos, ya que es un impuesto regresivo. Creemos que el gobierno podría pensar en una estructura impositiva diferente.
Y lo más importante, estamos pidiendo que se reduzca la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 35 a 30%, lo ideal es regresar a los niveles previos a la reforma.
—¿Cómo han sido las negociaciones con las autoridades hacendarias?
Hemos encontrado una gran apertura y comunicación, les presentamos las cosas que deberíamos hacer, les dejamos nuestras propuestas; con una gran comunicación fue que al final nos informaron cuáles son viables y conoceremos los resultados cuando presenten el paquete económico del 2016.
—Podríamos decir que la Secretaría de Hacienda se dio cuenta que la reforma hacendaria no está brindando resultados, ¿De qué tamaño es la rectificación de la ley?
Hay una gran conciencia del impacto que tuvo en el bolsillo de la gente y del impacto que tuvo en el consumo y la inversión. Son coincidentes de que la recaudación que lograron fue superior a lo que esperaban y por lo tanto, el impacto también. Creo que por esta razón hay una disposición a revisar y modificar la reforma.
—A pesar de que el gobierno federal se comprometió hasta el 2018 a no modificar la reforma fiscal, actualmente ¿podría romperse el Acuerdo de Certidumbre Tributaria?
El Acuerdo de Certidumbre Tributaria lo firmaron el presidente y el secretario de Hacienda, pero no el sector empresarial, y una de las cláusulas de dicho acuerdo es que no se modificarían ni las tasas de impuestos ni el tipo al menos que hubieran circunstancias que lo ameritaran.
La verdad es que tanto para el 2015 como para el siguiente año las circunstancias han cambiado, hoy hay factores que ameritan que sea revisado. Esto nos hace pensar que lo harán con impuestos más acordes a nuestra nueva realidad, con un gasto más adecuado y una mejor política tributaria.
—En estos momentos, gravar con un Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los alimentos y medicinas ¿sería una opción viable para el gobierno?
Al gobierno no le parece que sea viable, así nos lo dijo textualmente. Nosotros esperamos que si no considera este aspecto para el 2016 lo pueda hacer más adelante, es una medida que reduciría la desigualdad, ayudaría a reducir la pobreza y la informalidad.
Con esta medida ya no tendrías un subsidio para todos sino para los más pobres, es decir para 30% de la población de menores ingresos.