L.D. Axel Ibrahim Morales Zaragoza
Asociado en Consultoría Fiscal
2 de septiembre de 2025 | blog
“En el contexto empresarial actual es fundamental que las empresas mexicanas implementen sistemas de gestión de cumplimiento tributario más robustos, de mayor calidad y con un enfoque tecnológico.”
La modernización de los procesos de fiscalización ha generado grandes cambios en el entorno tributario mexicano.
Desde la integración del CFDI y la base de datos generada a partir de él, la autoridad tiene la capacidad de visualizar en tiempo real la trazabilidad de cada operación realizada por los contribuyentes, ejerciendo así una potestad de recaudación más eficiente.
Un ejemplo claro de los avances tecnológicos del SAT es la precarga de información en las declaraciones de ISR e IVA, que permite identificar el tipo de operación (crédito o contado), si se trata de compra de activos o de mercancías, e incluso determinar el flujo económico total de cada empresa.
De esta forma, la fiscalización inicia desde el momento en que se emite un CFDI, lo que dota a la autoridad de herramientas para conocer de manera inmediata los ingresos y gastos de los contribuyentes, así como su posible deducibilidad.
Contexto actual de la fiscalización en México
En enero de 2025, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) publicó el Plan Maestro de Fiscalización 2025, un documento estratégico que establece los objetivos y lineamientos que guiarán las acciones de supervisión y recaudación durante el año.
Fiscalización contra la evasión y el contrabando
- Continuar con el uso de herramientas tecnológicas para garantizar el cumplimiento tributario y detectar irregularidades.
- Aplicación de técnicas analíticas para monitorear obligaciones fiscales y patronales.
- Modelos de aprendizaje estadístico para detectar factureras y sus usuarios.
- Identificación de solicitudes atípicas de devolución de IVA, IEPS e ISR.
- Intercambio de información y coordinación con otras autoridades federales.
- Revisión de sectores económicos de alto riesgo y fiscalización de planeaciones a través de esquemas reportables.
- Operativos de combate al contrabando y fiscalización profunda de comercio exterior.
De lo anterior, se desprende que la autoridad busca fortalecer los mecanismos de control y fiscalización, aprovechando la información tecnológica y los cruces de datos generados por los CFDI.
Como consecuencia, es cada vez más común que los contribuyentes reciban “Cartas Invitación” o “Exhortos”, donde se les comunica la detección de posibles irregularidades.
Aunque estas comunicaciones no constituyen un acto de molestia formal, es recomendable atenderlas en tiempo y forma para evitar la suspensión de sellos digitales, situación que puede paralizar la operación de la empresa.
En paralelo, el sector empresarial observa con preocupación los efectos de la reforma al Poder Judicial, pues podría impactar la resolución de controversias fiscales.
Ante este contexto, las empresas deben implementar programas de cumplimiento fiscal riguroso, que minimicen riesgos y eviten conflictos innecesarios con la autoridad.
Retos y consideraciones actuales
De cara a la segunda mitad del ejercicio fiscal 2025, resulta esencial evaluar si las empresas cuentan con un modelo de gestión tributaria eficaz, alineado con las directrices del SAT y con las tendencias internacionales.
Para ello, deben considerarse cuatro aspectos fundamentales:
-
Perfil del contribuyente
Identificar la actividad preponderante, el régimen fiscal, si forma parte de un grupo multinacional y su nivel de riesgo. -
Códigos y políticas internas
Desarrollar códigos de ética y políticas contables, financieras y de seguridad que aseguren integridad y transparencia. -
Expediente documental
Mantener un portafolio de información sólido con contratos, acuerdos y evidencias que acrediten la veracidad de cada operación. -
Herramientas tecnológicas
Implementar tecnología en los procesos de control, auditoría y gestión de riesgos, lo cual representa una ventaja competitiva cuando se usa con ética y responsabilidad.
Conclusión
El cumplimiento tributario es mucho más que una obligación legal: es un factor estratégico para la continuidad y crecimiento de los negocios.
Las empresas enfrentan un entorno fiscal con herramientas tecnológicas avanzadas y procesos automatizados.
Lejos de representar una amenaza, esta modernización puede fortalecer la certeza jurídica y eficiencia operativa, siempre que se adopte con responsabilidad y dentro de los principios constitucionales de legalidad y equidad tributaria.