L.D. Janette González
Asociada en Litigio Fiscal
18 de noviembre de 2024 | Blog
1. ¿Qué es un crédito incobrable y cuándo se puede deducir?
En el ámbito fiscal, los créditos incobrables representan aquellas cuentas por cobrar que una empresa no ha logrado recuperar, ya sea por la falta de solvencia del deudor o porque se han agotado las acciones legales y administrativas para su cobro.
La Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) establece reglas específicas para su deducibilidad, permitiendo que, bajo ciertos requisitos, dichos créditos puedan deducirse de forma válida ante la autoridad fiscal.
2. Requisitos para la deducción de créditos incobrables
Para que un crédito incobrable sea deducible, es indispensable cumplir con los siguientes requisitos fiscales:
- Que haya transcurrido el plazo de prescripción de los créditos.
- Que sea notoria la imposibilidad del cobro, lo cual deberá acreditarse mediante una resolución definitiva emitida por la autoridad competente, demostrando que se agotaron las gestiones de cobro o que fue imposible ejecutar la resolución favorable.
- Que se compruebe la declaración en quiebra o concurso del deudor.
- Notificar por escrito al deudor que se efectuará la deducción, a fin de que éste acumule el ingreso correspondiente.
- Presentar el informe ante la autoridad a más tardar el 15 de febrero del año inmediato siguiente a aquel en que se realizó la deducción.
Cumplir con cada uno de estos requisitos garantiza la validez del beneficio fiscal y evita observaciones o sanciones por parte del SAT.
3. La importancia de dictaminar que estamos ante créditos incobrables
El proceso de identificar y clasificar correctamente un crédito como incobrable puede resultar complejo.
Contar con asesoría especializada es fundamental para garantizar el cumplimiento de los lineamientos establecidos por la autoridad fiscal.
Un dictamen o evaluación técnica adecuada permite:
- Evitar deducciones incorrectas de créditos que no cumplen con los requisitos fiscales.
- Obtener una evaluación integral de los créditos que se pretenden deducir.
- Asegurar que los documentos de soporte sean sólidos, incluyendo evidencia de gestiones de cobro, reportes de solvencia del deudor y procesos legales iniciados.
Además, un experto fiscal puede evaluar si la deducción debe realizarse de manera total o parcial, y recomendar alternativas ante inconsistencias o acciones incompletas.
En caso de que se dictaminen las deducciones, el informe correspondiente puede anexarse a la documentación presentada ante la autoridad, brindando mayor claridad y certeza jurídica.
Por el contrario, una deducción incorrecta puede generar consecuencias graves, como:
- Imposición de sanciones fiscales.
- Inicio de revisiones y auditorías.
- Pérdida del derecho a la deducción si se determina improcedente.
Conclusión
La deducción de créditos incobrables es un procedimiento que exige precisión técnica y conocimiento de la normativa fiscal.
Contar con asesoría especializada es la clave para cumplir correctamente con los requisitos, optimizar la situación financiera de la empresa y evitar sanciones.
Una evaluación experta garantiza el manejo adecuado de los créditos incobrables y contribuye a mantener la solidez contable y fiscal del negocio.