Dr. Domingo Ruiz López
Socio Director
Domingo.ruiz@ruizconsultores.com.mx
En el contexto actual de la economía global, la administración tributaria en México ha delineado un nuevo horizonte con el Plan Maestro de Fiscalización 2024, presentado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Este plan marca un hito en la forma en que el SAT aborda la fiscalización, evidenciando un enfoque renovado hacia los principales sectores de la economía y las operaciones críticas que, históricamente, han representado retos en materia de cumplimiento fiscal.
El Plan Maestro de Fiscalización 2024 señala específicamente la intención de revisar detalladamente sectores y operaciones que son pilares de la actividad económica. Entre ellos, destaca la atención en la subcontratación de personal, las operaciones sin substancia económica real, y las reestructuras corporativas. Estos elementos han sido tradicionalmente complejos de supervisar, dada su naturaleza intrincada y su potencial para el aprovechamiento indebido en la planeación fiscal.
Uno de los temas relevantes a tomar en cuenta, es el uso de la tecnología y la inteligencia artificial por parte de SAT para programar revisiones, se trata de usa toda la data que recibe a través de declaraciones y Comprobantes Digitales, para hacer cruces de información y detectar inconsistencias.
Una interpretación profunda del plan revela una estrategia de fiscalización más intensa y eficiente. La eficacia de las acciones fiscales previas ha validado la necesidad de incrementar la vigilancia, no solo manteniendo el enfoque en las prácticas ya conocidas como la subcontratación y las operaciones sin substancia, sino también ampliando el espectro a las reestructuras corporativas. Este último aspecto sugiere una comprensión avanzada de las dinámicas económicas actuales y un esfuerzo por parte del SAT para adaptarse a las nuevas formas de organización empresarial.
Además, el plan enfatiza el cobro de créditos fiscales como un pilar fundamental. Esta dirección no solo busca asegurar la justicia fiscal, sino también optimizar los recursos del Estado, demostrando un balance entre la eficiencia administrativa y la equidad tributaria.
La implementación de este plan de fiscalización probablemente se llevará a cabo mediante una combinación de vigilancia profunda y el ejercicio de las facultades de comprobación del SAT. Esto implica un uso más sofisticado de la tecnología y los datos, así como un enfoque más colaborativo con los contribuyentes, para asegurar el cumplimiento tributario.
En este escenario, la debida atención a los procedimientos de fiscalización adquiere un carácter estratégico. Para los contribuyentes, contar con un esquema de cumplimiento fiscal robusto y bien documentado es más crucial que nunca. Ante una revisión, la capacidad para presentar las pruebas necesarias y justificar las operaciones realizadas puede marcar la diferencia entre un proceso fluido y uno conflictivo.
La estrategia para afrontar estas revisiones debe construirse sobre un diálogo abierto y constructivo con la autoridad fiscal, y una firme defensa de los derechos de los contribuyentes. En este sentido, la preparación y el asesoramiento experto se vuelven indispensables, ya que permiten anticipar posibles áreas de riesgo y adecuar las prácticas empresariales a las expectativas del SAT.
En conclusión, el Plan Maestro de Fiscalización 2024 del SAT refleja una evolución significativa en el enfoque hacia la supervisión tributaria en México. La intensificación de la fiscalización, el énfasis en el cobro de créditos fiscales y la inclusión de las reestructuras corporativas como foco de atención, subrayan la importancia de una gestión fiscal pro activa y transparente por parte de los contribuyentes. Ante este panorama, la preparación meticulosa y el cumplimiento consciente emergen como las estrategias más efectivas para navegar con éxito en el entorno fiscal actual.