Sin embargo, dijo el director corporativo de Finanzas de la paraestatal, Ignacio Quesada, el EBITDA de la empresa creció 24.4%, llegando a 1 billón 76,000 millones de pesos, lo que implica que «no; no es una quiebra. Los mercados internacionales no juzgan que esté quebrada o no, juzgan que sea rentable para que sea sujeto de crédito y Pemex, con sus resultados operativos de hoy en día, lo es, sin duda», aseguró en conferencia de prensa tras dar a conocer el reporte anual de Resultados Financieros.
Quesada dijo que «fue un año récord y la mayor contribución que ha hecho Pemex al gobierno federal», asegurando que el mandato de Pemex es participar en la salud financiera del país y que está en manos de otros organismos -principalmente, Hacienda y el Poder Legislativo- decidir si se cambiará o no el régimen fiscal.
Otra causa importante de la pérdida fue que el dólar se disparó hasta 13.46 pesos en el tercer trimestre del año y, gracias a que tanto la deuda como la mayoría de las transacciones de Pemex se realizan esta moneda, ello restó a Pemex 58,801 millones de pesos.
El resto de los factores para los números rojos fue: el subsidio al gas LP, que ascendió a 39,950 millones de pesos; la paridad del diésel a precios de importación que hizo que se perdieran 2,856 millones de pesos; el mismo fenómeno cambiario en gasolinas, que generó una pérdida por 4,929 millones, y el límite de deducibilidad de la filial Exploración y Producción, que se generó al deducir el límite establecido en lugar de los costos reales, y fue de 88,886 millones de pesos.
REPSOL Y PEMEX FIRMAN ALIANZA
Mientras tanto, los consejos de Administración de Pemex y la española Repsol aprobaron la alianza industrial a largo plazo, a lo que Ignacio Quesada aseguró que el principal objetivo no es salir a explorar al mundo, sino reducir los tiempos de desarrollo de los negocios en México.
La alianza contempla reciprocidad, beneficio y colaboración mutua; con vocación de largo plazo y no exclusividad; colaboración conjunta, incluyendo actividades de exploración y producción, así como de refinación; valoración por ambas partes de oportunidades según surjan; colaboración en las áreas de negocio antes descritas, y desarrollo de programas conjuntos de formación e intercambio de profesionales.