En entrevista con MILENIO, afirmó que los altos costos del combustible ya merman las ganancias de la industria, pues esto se suma a los tributos gubernamentales que les han sido impuestos.
El representante de la Canacar detalló que los gastos de operación para los transportistas en México son sumamente altos, pues pueden alcanzar de 30 y hasta 70 por ciento de los gastos totales, dependiendo de la carga y la ruta que se tome para el traslado de las mercancías.
Además de los gravámenes impuestos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), también deben asumir las constantes alzas en el diésel.
Dijo que en Estados Unidos los costos de los combustibles son altos; sin embargo, ya se incluye el pago de peaje por las distintas autopistas norteamericanas.
En caso contrario, en México, además del pago por el combustible, también deben pagar peajes, lo cual automáticamente “se convierte en un tributo adicional”.
En este sentido, mencionó que una de las rutas más caras en México es el anillo periférico de Monterrey, pues cuesta casi 30 pesos por kilómetro el recorrerlo, monto que deben asumir los transportistas al no poderlo agregar al precio por el servicio.
“Traemos unas cargas fiscales altísimas por el IETU, somos una de las industrias a las que más nos ha golpeado porque no puede ser posible que sea tan insensible la Secretaría de Hacienda al poner este impuesto y no nos permita deducir la compra de un camión nuevo o los intereses del mismo”, dijo.
Esta situación también desalienta los planes de compra para unidades nuevas, por lo que el parque vehicular en nuestro país se mantiene con flotas viejas y poco eficientes.
“Por parte de la SHCP no existe una empresa de transportes con algún incentivo, ninguna”, aseguró.