Por ello, el especialista consideró importante que México tenga convenios de intercambio de información con 38 naciones a fin de identificar los movimientos que se realizan fuera del territorio nacional.
Descartó que el uso de este tipo de instrumentos de fiscalización inhiban las inversiones de los mexicanos en otros países, y es recomendable no satanizar al SAT por su uso.
«Aunque hay desigualdad social en el país, no implica que la gente muy rica no tenga inversiones en paraísos fiscales. Los mecanismos que tiene México para compartir información con otros países hace más difícil que se pueda evadir impuestos», añadió.
Por su parte, el socio del área legal de Ernst and Young, Ricardo Villalobos, criticó la forma en que el SAT presiona a los contribuyentes a través del embargo de cuentas, acción injustificable en su totalidad.
El fiscalista reconoció que hace dos años no eran comunes esas prácticas, pero en fechas recientes se incrementaron de forma exponencial, lo que ha generado problemas económicos para los contribuyentes.
«La presión que se pone a los contribuyentes es muy grande bajo esos mecanismos, es un acto muy violento para el causante», aseguró el experto.