En este sentido, el empresario aseguró que no se debe perder de vista que el objetivo final de la política fiscal radica en generar e impulsar las condiciones económicas y sociales que permitan un crecimiento estable y equilibrado.
«La política fiscal debe iniciarse con medidas que alienten el crecimiento económico; debe orientarse a descargar y favorecer a quienes ejercemos formalmente la economía, apostando de veras por México, y al mismo tiempo, por supuesto, a sujetar a que cumplan con su obligación contributiva, todos aquellos que ilegal e informalmente nos compiten con deslealtad», comentó el empresario.
Bajo ese contexto, el industrial propuso pasar de un sistema de dos impuestos directos a uno para reducir la complejidad y los costos administrativos para el Gobierno federal y los contribuyentes, incorporando los aspectos positivos del IETU en la Ley del ISR, incluyendo en esta última ley un Capítulo del Impuesto Mínimo.
De igual manera, agregó Sergio Cervantes, consideró oportuno eliminar el Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE) para las empresas, toda vez que ya son contribuyentes formales y están enterando sus impuestos.
Ante ello, el subsecretario de Hacienda aseguró que el Gobierno federal está consciente de la necesidad de enfrentar los distintos retos del país, razón por lo que, dijo, las autoridades trabajan para elevar los ingresos públicos, a través de diversos mecanismos, como la coexistencia del ISR y el IETU
«Antes de la entrada en vigor del IETU había 41 por ciento de las empresas que no pagaban ni ISR ni el IMPACT, en su momento, el Impuesto al Activo, que era el que buscaba balacear o complementar el ISR para poder incrementar ese porcentaje, ese porcentaje de empresas que no pagaba se ha reducido al 31 por ciento y curiosamente la mayor incidencia donde ha tenido el IETU es en aquellas empresas que se veían favorecidas por regímenes especiales», comentó.