«México se vio fuertemente impactado por la crisis (…). Adoptó varias políticas para defender el gasto primario y proteger a los sectores de bajos ingresos pero debió dar marcha atrás con algunos de estos intentos y subir moderadamente algunos impuestos», se lee en el análisis.
De acuerdo con los especialistas del BID, el nivel de recaudación no petrolera es sumamente bajo (solo de 10 a 11% del PIB), resultado de «la existencia de bases tributarias muy estrechas por la proliferación de exenciones y beneficios tributarios en el IVA y el ISR».
Bajo este contexto, reiteraron la recomendación de aplicar una «reforma tributaria sustantiva que garantice la sostenibilidad fiscal del país en el mediano plazo».
MEDIO AVANCE
En el capítulo dos, dedicado al Presupuesto basado en el desempeño como vía para mejorar el gasto público, Mario Marcel toma el caso mexicano como ejemplo de «avance con mayor prisa» en hacer reformas para desarrollar información de desempeño.
Según el documento, resulta imposible enfocar el trabajo hacia el desempeño si no se conocen los resultados de la gestión.
Y, aún cuando ubican a México entre los países de avance medio en el nivel de implementación del presupuesto basado en desempeño, evidenciaron la rapidez con la que se han ido reformando las leyes presupuestales.