«Nadie quiere discutir y se hace tarde para salir del Congreso. Parece que nadie quiere enterarse del contenido o el cabildeo de Hacienda ha sido muy eficaz, de tal suerte que no hay quién se oponga y llega el dictamen demasiado planchado», criticó.
Los principales cambios al Código van encaminados a la simplificación, ya que se aprueba la utilización de sistemas electrónicos para facilitar el pago de productos y aprovechamientos.
Además, se eliminan varias normas del Artículo 29 del Código Fiscal Federal para simplificar el uso de los comprobantes fiscales, una regla de redondeo para la obtención de la tasa de recargos por retraso en cumplimiento de obligaciones y se mantienen como forma de pago de las devoluciones el depósito en la cuenta del contribuyente que las solicita.
La vigencia de la firma electrónica se prolonga de dos a cuatro años.
Se establece el fundamento legal para actualizar el monto de las multas y cantidades en moneda nacional previstas en la Ley Aduanera.
De acuerdo con el dictamen, en materia de prescripción de la acción penal en los delitos fiscales, se precisan las reglas con las que opera dicha figura jurídica.
Por infracciones relacionadas con la obligación de llevar contabilidad, se impondrán multas de 12 mil pesos a 69 mil pesos a quien no expida, no entregue o no envíe los comprobantes fiscales de sus actividades.
En caso de reincidencia, las autoridades fiscales podrán, adicionalmente, clausurar preventivamente el establecimiento del contribuyente por un plazo de tres a 15 días.
Con las reformas, también se actualizan diversas disposiciones para aclarar que es el Inegi y no el Banco de México el encargado de elaborar el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
En la discusión en lo particular, Monreal consideró que las nuevas disposiciones prácticamente colocan a los contadores en la antesala de delincuentes fiscales.