En junio del 2010 el gobierno federal anunció una serie de medidas para simplificar el pago de impuestos entre los cuales se eliminó la obligatoriedad del dictamen fiscal.
Posteriormente se dio a conocer que en lugar del dictamen, las empresas que optaran por la no presentación tendrían que emitir información alternativa.
En México, el SAT recibe alrededor de 90,000 dictámenes fiscales cada año avalados por contadores públicos certificados.
Nuevo software
Para el cumplimiento de estas disposiciones el SAT desarrolló una nueva plataforma o versión del Sistema de Presentación del Dictamen Fiscal (Sipred) diferente al que se usó para el ejercicio del 2009.
Y debido a que representaba un proceso de capacitación y difusión de su funcionalidad, el plazo se tuvo que ampliar para agosto a petición de la contaduría organizada en el país.
Se tuvo que instalar la versión 2.0.0 pero hubo problemas con los que ya habían cargado en sus equipos versiones anteriores.
Para no saturar y colapsar el servidor del SAT se hicieron algunas recomendaciones como trabajar en línea lo estrictamente necesario.
Sin embargo, se detectaron algunos errores en las plantillas de los formatos del dictamen como en la de los estados financieros generales, régimen simplificado, controladoras, establecimientos permanentes y casas de bolsa.
Debido a lo anterior se emitieron nuevas versiones de dichas plantillas. Además se detectaron problemas de autentificación con la Firma Electrónica Avanzada que finalmente quedaron resueltos.
Desde antes, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos ya había observado que el Sipred no guardaba automáticamente la información capturada, por lo que en algunos casos se corría el riesgo de perderla.
También recomendaba evitar trabajar sobre la versión Office 2003 por ser extremadamente lento.