Alta carga tributaria frena inversión de las empresas

ESPECIALISTAS URGEN A REALIZAR AJUSTES EN REFORMA FISCAL

EL ECONOMISTA.- La reforma fiscal que impulsó el gobierno actual afectó a todos los sectores de la población, por lo que diversos expertos en materia fiscal coincidieron en la urgencia de realizar diversos ajustes en dicha reforma.

La reforma fiscal que impulsó el gobierno actual afectó a todos los sectores de la población, por lo que diversos expertos en materia fiscal coincidieron en la urgencia de realizar diversos ajustes en dicha reforma.

En primera instancia, el fiscalista, Herbert Bettinger Barrios, comentó que lo primero que debe cambiarse en la reforma es la deducción inmediata en inversión y en prestaciones laborales, así como regresarles a las personas físicas la deducción anual de los gastos médicos a 100% y disminuir la tasa del ISR a personas físicas de 35 a 30 por ciento.

“Éstos son los mínimos ajustes que podemos esperar para el ejercicio fiscal del 2016. La actual reforma ha castigado a todos los sectores de la población, independientemente del nivel socioeconómico de cada contribuyente y afecta el crecimiento de las empresas, por lo que es conveniente llevar una reforma fiscal de carácter estructural”.

Indicó que la carga fiscal a las empresas ha sido el principal desincentivo de las inversiones, pues en total están pagando una tasa real de 45% en impuestos.

“Si sumas 35% de lo que es el ISR más 10% que se le cobra en dividendo, se puede observar que es una alta carga fiscal”.

Destacó que la situación aún es peor para las empresas extranjeras, pues pagan 30% de ISR, 10% de dividendos y 10% en participaciones en las utilidades para los trabajadores (PTU), lo que en total termina siendo 50% en impuestos.

Propuestas que impulsen la formalidad

Bettinger mencionó que junto con el actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, trabajaron hace cuatro años para realizar una propuesta fiscal en la que a través del IVA se pudiera incluir el sector de la informalidad a la formalidad.

“Subir la tasa del IVA a 17% y a las personas que estén en la economía formal poderles devolver 3% de éste; esto no afectaría a medicamentos y tampoco los productos de la canasta básica”, dijo.

Detalló que aquellos productos que no estén dentro de la canasta básica se gravarían entre 2 y 4%, y ello traería como consecuencia que las personas al comprar cualquier alimento estarían pagando un impuesto.

En este sentido, Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey, comentó que hace 14 años, cuando se llevó a cabo la Convención Hacendaria para una reforma fiscal y recaudatoria, se propuso un esquema de retribución a través del IVA en alimentos y medicinas.

Las familias que se encuentran en los primeros deciles de bajos ingresos estarían pagando al mes 798 pesos por el consumo de alimentos y medicinas, mientras que las familias que se ubican en los deciles más altos pagarían 7,882 pesos.

“Si se cobrara de esta manera, se permitiría regresarles a nueve o 10 familias de los deciles más bajos lo que pagaron en el IVA. Esto impulsaría la formalidad porque las familias tendrían que pedir en todo momento comprobantes para que se les devuelva el dinero que pagaron”.

Recaudar más sin nuevos impuestos

Para Carlos Cárdenas, ex presidente de la academia de estudios fiscales de la contaduría pública, no es necesario incrementar los impuestos, sino mejorar la manera en que se cobran e incluir a 60% de la informalidad.

“Si lográramos incorporar a este sector, el gobierno obtendría en recaudación más de 300,000 millones de pesos, únicamente por concepto de IVA”.

Además, refirió que si se hiciera un esfuerzo mayor en la recaudación que hacen los estados y municipios, se podrían obtener otros 300,000 millones de pesos tan sólo por el cobro del predial.

“Al día de hoy los estados sólo recaudan 10% de los ingresos que perciben, mientras que 90% lo reciben de la Federación, a través de las participaciones”.

Panorama complicado

Bettinger, quien también es abogado y catedrático del ITAM, advirtió que si el gobierno decidirá reestructurar la reforma fiscal, podría poner en riesgo su recaudación ante factores externos e internos que complican la situación económica del país.

“Es muy importante que el gobierno piense cómo va a aguantar el impacto de bajar la recaudación, pues si la situación económica no mejora, tardaría entre seis y ocho meses en recuperar una buena recaudación”.

Al respecto, Juan Pablo Zorrilla, codirector de Resuelve tu Contabilidad, agregó que es muy difícil que el gobierno cambie de decisión en cuanto a modificar la reforma fiscal que él mismo impulsó.

“El lado bueno de esta reforma es que si no tuviéramos los ingresos adicionales que se obtuvieron por la recaudación, el panorama estaría aún peor ante la situación del petróleo y veríamos mayores recortes”.

Finalmente, Tenorio añadió que ve poco factible que el gobierno pueda reducir la tasa del ISR, pero posiblemente reconsidere otro tipo de incentivos tributarios como un incremento en la tasa de ahorro en la afore.

“Si bien el gobierno fue en la dirección correcta en cuanto al tema de recaudación, la reforma fiscal sí afectó a los sectores de la población”.

elizabeth.albarran@eleconomista.mx

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