Reiteró que hace cinco años, el trámite era engorroso, costoso y discrecional. «Quien tuvo la experiencia de lo que pasó en el 2007 se acordará que le tomaba meses hacerlo y tenía que llevar hasta ocho documentos físicos y el desistimiento que obligaba a que el contribuyente regresara a las oficinas del fisco». Hoy, aseguró, tenemos un programa tan generoso que ya no se va a volver a repetir y que representa una oportunidad para limpiar su historial crediticio.
LOS CONTROVERTIDOS
Aristóteles Núñez informó que 60% de los créditos se encuentra en controversia judicial. El interés no es que desistan, dijo, sino que los causantes puedan desahogar cargas de trabajo en tribunales y el costo asociado a su defensa. A los cumplidos, aseguró que no serán sujetos de auditorías «que se encuentren tranquilos».
Tampoco es interés de la autoridad perseguir a los que no han podido pagar. Por su parte, el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Carlos Cárdenas, estimó que la mayor recuperación de los adeudos se tendrá de las personas morales.
Aunque representan 5% del total de los créditos fiscales, por monto será 80 por ciento. Manuel Scapachini, asesor del IMCP, aseguró que este tipo de programas sirve para aumentar la base y el cumplimiento voluntario futuro, alientan la repatriación de capitales y los evasores se pueden incorporar.
Como desventajas, mencionó que el cumplimiento voluntario puede decrecer. Previó que el programa tendrá éxito porque es el momento para «poner la casa en orden.
«Esperamos que tenga éxito». Del número de solicitudes que ha recibido el SAT hasta el momento, comentó que debemos esperar más tiempo para poder determinar la tendencia. Pero refirió que ese tipo de programas se aplica hasta en los países más rígidos con diversos objetivos y logran una recaudación a corto plazo y el cobro inmediato. Algunos gobiernos tienden a anunciarlos cuando hay un déficit fiscal.