«Ésta es una diferencia sustancial, frente a lo que hemos visto del PRI y el PAN. Hay que tocar el IVA, pero no es una prioridad. El argumento de que primero lo cobramos en forma de un impuesto al consumo generalizado y luego se lo regresamos a los más pobres en forma de gasto focalizado tiene un problema de fondo: regresarlo no es tan fácil y tiene riesgos obvios, el más importante es el de generar clientelismo».
Vidal Llerenas es un tecnócrata de izquierda. Esta categoría es rara, pero va en aumento. Estudió Economía en el ITAM. Tiene estudios de maestría y doctorado en Administración Pública en Inglaterra. Ha sido Subsecretario de Finanzas en el Gobierno del Distrito Federal, Diputado federal y ahora es asambleísta en la ALDF.
«Mi experiencia en el gobierno local me dice que es posible aumentar los ingresos en los ayuntamientos, pero hay que ser mesurados con las expectativas. En la mayor parte de los casos, sólo es posible aumentar los ingresos haciendo inversiones muy fuertes en sistemas de fiscalización y cobranza. En cualquier caso, los gobiernos locales necesitarán mucho apoyo del gobierno federal en las primeras etapas».
En la Cámara de Diputados participó desde las comisiones de Hacienda y Presupuesto en tres negociaciones presupuestales, del 2009 al 2011.
«Hay mucho que hacer para mejorar la calidad del gasto público y su transparencia, pero la realidad es que el Presupuesto de Egresos es menor que las necesidades. Si queremos ser un país desarrollado es fundamental incrementar los ingresos públicos. En ese sentido mi propuesta es recaudatoria, porque estoy convencido de que el objetivo principal de la reforma fiscal es aumentar la recaudación».
El ISR va y viene en la conversación sobre política hacendaria con Vidal Llerenas. «Me parece normal que una propuesta de izquierda enfatice el tema del ingreso sobre la renta. Esto no quiere decir que sea antiempresarial, más bien yo diría que es así porque tenemos un serio problema con el cobro del ISR. En México oscila entre 2.0 y 2.5% del PIB, mientras que el promedio de la OCDE está alrededor de 9.5 por ciento».
El quid del asunto trasciende la tasa nominal del ISR, que asciende a 30%, según este economista. «Una vez que consideras los regímenes de excepción, la tasa efectiva promedio al capital no supera 11.5 por ciento. Se compara con 27% en Estados Unidos, 38% en Canadá y 20% en España».
Estar en favor de una revisión del ISR es buscar una forma de revertir una serie de compromisos que se han tejido a lo largo de los años con sectores que son o fueron políticamente muy rentables, dice Llerenas, «ahí tenemos productores agrícolas y transportistas, apoyos fundamentales para el sistema político en años electorales».
También implica revisar las estrategias fiscales que se utilizaron para atraer inversiones, por ejemplo, en la industria maquiladora o minería.
«La maquiladora es un hoyo negro. Nadie sabe cuánto dinero recibe en subsidios fiscales. La minería es un tema complejo. En México, se les cobra menos que en Perú o Chile, por regalías, aunque aquí no se les puede dar certidumbre jurídica. Volvemos a lo que planteaba hace unos minutos.
«Lo más eficiente sería cobrarles bien impuestos y destinar una parte de los recursos captados en construir las instituciones para ofrecer esa certidumbre que necesitan».
Revisar ISR, regímenes especiales y la situación de industrias como la maquiladora y minería, ¿por qué no revisar el IVA?, insistimos: «Si esta revisión se da en un contexto donde se enfatice que la prioridad es el ISR, estoy de acuerdo. Una cosa que pasa con el IVA es que los que defienden un aumento del mismo, tienden a sobrevalorar el margen de maniobra.
«Crear un IVA generalizado a 16 o 17% te daría dos o tres puntos del PIB y podría generar un grave problema para 60% de la población más pobre.
La recaudación del IVA es 3.5% del PIB, en la OCDE es 6.5 por ciento. El diferencial es mayor en el ISR. Para mí, revisar el IVA tiene que ver con hacer ajustes a lo que no funciona, por ejemplo: sacar de la canasta de beneficios de la exención a productos procesados de lujo».
La conversación termina. Me entrega un ejemplar de su ensayo Ideas para una reforma fiscal progresista, editado por la Fundación Friedrich Ebert. «No le pierdan la pista a la propuesta fiscal de la izquierda», advierte Vidal Llerenas Morales. «No será testimonial».