Hace años, ella se desempeñó como comisionista, pero le falto, en los meses de mayo de 2009 y 2010, presentar las declaraciones anuales correspondientes. El SAT le impuso multas por 9 mil pesos. «Yo vivo de arrimada con mi hija. Ahora ya no trabajo y me negaron la condonación de la multa», expresó ante Prodecon.
Las dos mujeres, con nombres ficticios para no afectarlas, forman parte de las historias en donde la autoridad aplica la acción fiscal «a raja tabla», dijo la titular de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, Diana Bernal Ladrón de Guevara.
«Aplican la ley por igual a un defraudador que quiere evadir de la acción del fisco que a una pobre persona que esta en nivel de subsistencia», dijo.
La funcionaria dijo que en estos y otros casos que tienen se aplica en defensa de los contribuyentes la nueva reforma al capítulo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio expuso que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
La procuradora dijo que la Corte puntualizó que todas las autoridades están obligadas a respetar los derechos humanos y aplicarlos con la protección más amplia, en favor de la persona. «Esto quiere decir que en caso de duda, siempre va a ser a favor de la persona», enfatizó Bernal.
La Prodecon, dijo, es un ombudsman que instaura procesos de observación de derechos de los contribuyentes en el país. «Tenemos casos donde sí se involucran los derechos humanos», dijo la procuradora al citar los casos de Doña Luz y María.
Mencionó que la mujer que debe 9 mil pesos y le niegan la condonación de una multa, le violan sus derechos humanos. «La ley establece que cuando una persona no impugna la multa, tiene situaciones especiales y acude a la autoridad fiscal para perdonar la multa, se debe perdonar», añadió. Sin embargo, expuso, el SAT siempre lo niega y es igual para una persona de 30 años y una mayor de 70 años.
